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Pulsera elástica hecha con semillas de 9 mm.
Propiedades Metafísicas
📿 Semillas de Rudraksha: Protección Divina, Meditación, Transformación Espiritual, Conexión Sagrada, Equilibrio Cósmico / Chakras: Variable según mukhis (1-21 caras) / Elementos: Tierra, Agua, Fuego, Aire, Éter
La Rudraksha, con sus profundos surcos longitudinales que trazan caminos naturales sobre su superficie rugosa, es la semilla sagrada del árbol Elaeocarpus Ganitrus cuyo nombre en sánscrito significa "ojo de Rudra", el aspecto feroz y transformador del dios Shiva.
Según la leyenda védica transmitida en el Shiva Purana, estas semillas nacieron cuando Shiva, tras meditar durante milenios por el bienestar de la humanidad, abrió sus ojos y derramó lágrimas de compasión que al tocar la tierra se transformaron en los primeros árboles de rudraksha, convirtiendo cada semilla en un regalo divino para guiar a los devotos en su camino espiritual. Veneradas desde hace más de 7,000 años en las faldas del Himalaya, donde crecen naturalmente, desde Nepal hasta Indonesia, estas "lágrimas de Shiva" se clasifican por sus mukhis o caras naturales que van de 1 a 21, siendo cada número una manifestación específica de energías divinas que resuenan con diferentes chakras: desde la rarísima 1 mukhi conectada al Sahasrara para la iluminación suprema, hasta la común 5 mukhis que equilibra todos los elementos y se vincula al Vishuddha para la expresión auténtica.
Como manifestación de los cinco elementos según su variedad, la Rudraksha actúa como puente entre lo terrenal y lo divino, funcionando especialmente como herramienta de meditación cuando se ensarta en malas de 108 cuentas para el japa o recitación de mantras, donde cada semilla amplifica la vibración sagrada mientras su textura áspera mantiene la mente anclada al presente.
Durante la práctica contemplativa, sostener estas semillas induce estados de calma profunda y claridad mental, creando un escudo energético natural que repele influencias negativas mientras armoniza las corrientes bioeléctricas del cuerpo, razón por la cual yoguis y sadhus las han portado durante milenios como protección y recordatorio constante de su conexión con lo sagrado.
En las tradiciones tántricas y ayurvédicas se emplean según su número de mukhis para equilibrar influencias planetarias adversas y activar chakras específicos, siendo cada tipo regido por diferentes deidades: Ganesha para la 8 mukhis que remueve obstáculos, Durga para la 9 mukhis que otorga protección férrea, o Kubera para la rarísima 21 mukhis que atrae prosperidad ilimitada.
La Rudraksha nos enseña que, como las múltiples caras que surgen naturalmente en cada semilla sin intervención humana, cada ser porta en su interior un patrón único de conexiones divinas esperando ser activadas, recordándonos que la verdadera protección espiritual no viene de amuletos externos sino de cultivar la devoción constante que transforma lágrimas de compasión en semillas de transformación, convirtiendo cada momento de práctica en un paso más hacia la unión con la conciencia infinita que Shiva representa.
- Usa una cinta métrica o, si no tienes una, un hilo, listón o tira de papel.
- Rodea la parte más angosta de tu muñeca, ajustando el material a ras de piel (sin apretar ni dejarlo suelto).
- Si usaste hilo, listón o papel, marca el punto donde se encuentra el extremo y mide esa longitud con una regla.
- Según tu preferencia de ajuste:
- Ajuste justo: Agrega 0.5 cm a la medida de tu muñeca.
- Ajuste normal: Agrega 1 cm a la medida de tu muñeca.
Ahora ya tienes la medida perfecta para elegir la talla de tu pulsera. Las tallas van de 13 a 20 cm, aumentando de 1 cm en 1 cm.
Nuestros productos están elaborados con la más alta calidad y acabado, sin embargo su duración y mantenimiento depende del uso y cuidado que les proporciones. A continuación te compartimos algunas recomendaciones de uso y cuidado:
- No utilizarlos mientras te bañas y evita el contacto con todo tipo de químicos. (Ejemplo: perfume, loción, blanqueadores, hairspray, maquillaje, jabón, etc.)
- No introducirlos a la alberca, mar, spa o vapor.
- Evita la humedad, calor o exposición al sol.
- Límpialos con un paño suave y cuando no los uses, guárdalos en un lugar fresco y seco.
- Las piedras que utilizamos son naturales, por lo que su color, tamaño y/o forma, pueden variar.